TARARIQUETECRIS

No olvides agitar tu varita que hay un mundo que crear

TARARIQUETECRIS

No olvides agitar tu varita que hay un mundo que crear

Si estás pensando cómo puedes ayudar a tu hij@ a dejar el chupete creo que este post puede ayudarte.

Si tuvieras que asociar a los bebés con un objeto ¿cuál sería? Seguramente uno de los primeros que se te venga a la cabeza sea el chupete.

dejar el chupete

Cuando te quedas embarazada, alguien te regala uno donde pone “I love mamá”, “Soy del Real Madrid” o uno que brilla en la oscuridad… ¡será por modelos! y claro, pues se lo pones. Además, están tan monos…

Luego, al cabo del tiempo, empiezas a leer que es un objeto que no es bueno para el paladar, que los dientes le pueden salir mal, que los logopedas dicen que puede retrasar el hablar… Ves a tu hijo superdependiente y gritas

¡¡¡Socorroooooo y ahora cómo se lo quitooooo!!!

Bueno, como decía Jack el destripador…

¡Vamos por partes!

1.- Un poco de historia

Como tenía curiosidad, he indagado un poco para saber sobre su historia y parece ser que el chupete no es nuevo, sino que el uso de este artilugio viene de hace muuuuuucho, muuuuuuucho tiempo.

Aunque no he encontrado ninguna, ya había obras de arte clásicas donde aparecían niños chupando telas en las que las madres envolvían azúcar u otros alimentos para que los chupasen.

En 1900 un farmacútico de Manhattan, Christian W. Meinecke, patentó el primer chupete y, a partir de ahí, se han ido cambiando los materiales, las formas, colores… hasta llegar a la variedad de modelos que puedes encontrar hoy en las farmacias o grandes almacenes.

2.- Pros y contras del chupete:

No me voy a meter en argumentos científicos porque hay un montón y porque no tengo suficiente criterio para opinar sobre ellos.

Si quieres puedes buscar artículos en internet y leer acerca del tema pero la mayoría coinciden como pros en que son buenos porque calman al bebé y ayudan con el reflejo de succión y como contras en que pueden deformar el paladar y hacer que los dientes salgan mal y retrasar el lenguaje. Por eso sólo lo recomiendan hasta los dos años.

3.- Si todavía estás a tiempo porque tienes un bebé pequeño

¡Enhorabuena, lo tienes fácil!

Puedes no meterle el chupete a todas horas (muchas veces nosotros se lo ponemos aunque no nos lo pidan). Prueba a ponérselo sólo cuando el niño esté nervioso, llorando o para dormir si ves que le ayuda pero con moderación.

Algo que hacía yo era ponerle un chupete de silicona (de los transparentes) que se hinchan menos que los de latex y de la talla 0-6 meses aunque fuese más mayor. De esa manera el niño no tiene metido en la boca un objeto tan grande (aunque los hay que se deciden por un modelo y hacen a sus padres remover Roma con Santiago si dicho modelo no es muy popular).

4.- ¿Qué pasa si tu hijo es más mayor y te has enterado de todo esto tarde?

Pues que te lo tienes que tomar con calma.

Lo que NO se debe hacer bajo mi punto de vista, es decidir de repente que el niño tiene que dejar el chupete y quitárselo a la fuerza usando estrategias como:

  • Mentirle (se lo ha llevado un perro, se ha perdido…)

  • Romperlo para que el niño ya no lo quiera

  • Echarle alguna sustancia para que sepa mal…

¿Cómo te sentirías si alguien decidiese por ti que tienes que dejar de fumar, de comer chocolate o cualquier otra cosa y te dijese ¡Uy se ha perdido o se lo ha llevado un perro?

¡Exacto! Pues así es como se debe sentir el niño, que aunque se lo crea casi todo, no deja de tener la sensación de angustia y de dependencia porque quiere su chupete y no puede tenerlo.

Mi experiencia en casa fue muy fácil

Mi hijo mayor si quería chupete y cuando lloraba porque no se podía dormir, estaba inquieto o cualquier otra razón que no me sabía explicar, el chupete nos ayudaba un montón a calmarle. Pero cuando nació su hermano y contra todo pronóstico de cualquier psicólogo decidió que él era mayor y que el chupete para el bebé.

Mi hijo pequeño nunca lo quiso y mira que lo intentamos cuando se ponía a llorar y nos costaba un montón calmarle, pero según se lo ponías, lo escupía.

Aunque esa fue toda mi experiencia en casa, si he tenido muchos alumnos con mucha dependencia chupetil y a muchos padres angustiados con el tema. Te cuento cómo lo hacía por si te sirve de ayuda.

Dos consejos

  • No te agobies porque eso no va a hacer que lo deje antes y sólo va a añadir tensión a la situación.

  • No le obligues porque es el niño el que tiene que decidir dejar el chupete, no tú y a cada niño le lleva su tiempo.

Cómo hacerlo

El truco está en no imponérselo

Cuanto más sientan que no lo pueden tener, más lo quieren y más lo necesitan de repente (como nosotros cuando estamos a dieta y no queremos comer bollos 😉

Llegando a acuerdos con ellos

En la escuela aprovechaba actividades como la Asamblea en la que se cantan canciones y se habla bastante para decirles: “no te entiendo” “es que con el chupete puesto no me entero”… y les proponía guardarlo en una cajita durante ese rato.

Algunos lo guardaban sin problema, otros me miraban y miraban su chupete al que daban dos o tres chupadas antes de guardarlo y otros me decían que no. A estos últimos les proponía guardarlo en su bolsillo mientras que duraba esa actividad.

Ellos sabían que lo podían coger cuando quisieran. Sólo me lo tenían que pedir, ir a su casillero a buscarlo o sacarlo del bolsillo. Os aseguro que aunque es más lento funciona muy bien.

Si el niño me iba a hablar y llevaba el chupete puesto le decía “quítate el chupete porfa que no te entiendo”, ellos se lo quitaban, me contaban lo que fuera y se lo volvían a poner.

Simplemente con esta actividad y poco a poco, ellos iban siendo capaces de estar más tiempo sin el chupete en la boca. A veces se echaban la mano al pantalón para ver si estaba ahí en el bolsillo y cuando lo tocaban se sentían mejor.

Así, esos ratos se iban alargando hasta que el chupete se quedaba para la siesta y la noche o momentos en los que estaban tristes o medio malitos… en los que hacíamos excepciones.

Este proceso puede llevar días o semanas. Insisto en que cada niño es único.

¿Y si ya es muy mayor?

Alguna vez me he encontrado con algún niño de 4 años que tenía todavía mucha dependencia con el chupete.

Creo que cuanto más mayores son, mejor puedes comunicar con ellos y pueden entender mejor las cosas.

Yo le enseñaría algún libro sobre la boca y le explicaría que el hecho de llevar puesto el chupete no le ayuda y puede hacer que los dientes no salgan bien.

Se trata de que le des la información y él pueda decidir qué quiere hacer.

Tú sabes que le supone un esfuerzo dejarlo y puedes premiarle por ese trabajo que está haciendo. No tienen por qué ser premios materiales, puede ser realizar con él alguna actividad de mayores o algo que le guste.

Ten cuidado de que sea algo que realmente le aliente y no un chantaje.

Si quieres hacerme cualquier consulta puedes contactar conmigo o asistir a alguna de las charlas y talleres que imparto.

¿Y a ti qué te funciona? Cuéntanos tu experiencia en los comentario.

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies