TARARIQUETECRIS

No olvides agitar tu varita que hay un mundo que crear

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No olvides agitar tu varita que hay un mundo que crear

Chantaje para niños y otras amenazas.

chantaje

Bueno, pues aunque todavía falta un mes y medio para que sea Navidad, los turrones ya llevan varias semanas en los supermercados y las arañas y calabazas han dejado paso a los adornos navideños y los Reyes Magos nos vigilan.

La cosa es que la semana pasada ya me encontré con la siguiente

escenita en el supermercado

niño: Mamá quiero un balón del Real Madrid.

mamá: Pues pídiselo a los Reyes Magos, pero tienes que portarte bien porque Melchor te ve desde el cielo.

niño: si, porque Melchor vuela.

mamá: no, no vuela, llevan los camellos y se guían por la estrella.

¿Te ha pasado alguna vez que ves la cara de alguien y te imaginas perféctamente lo que está pensando? Vamos que le faltaba un bocadillo al lado como los de los cómics…

niño: (poniendo cara de no comprender nada)  ¿pues si no vuela, cómo me está viendo desde el cielo?

mamá: (con toda la naturalidad del mundo) porque los Reyes vigilan desde el cielo a los niños que se portan bien y les traen regalos y a los que no, no se los traen.

¡Ole! ¡Ole! y ¡Ole!

Pero… ¿por qué hacemos ésto? ¿Por qué nos metemos en estos jardines con los niños?

Este año hasta unos grandes y conocidos almacenes han tomado esta idea como eslogan de su campaña publicitaria y nos dejan ver cómo de repente los niños empiezan a “ser buenos” porque intuyen que se acerca la navidad.

Una vez me explicó el papá de un alumno que utilizaba ese tipo de recursos porque el niño se portaba genial cuando le amenazaba con ello. ¡Claro es muy tentador! Es como tener un As en la manga, como tener una varita mágica con la que controlar al niño. Pero este tipo de control basado en amenzas y en el miedo no está bien.

En primer lugar habría que ver qué es “ser bueno”

Cuando mi hijo pequeño tenía 6 meses, y no paraba de gatear en la piscina, una abuelita que tenía a su nieta de dos años sentada en el carro sin moverse me decía: “hija mía debes estar agotada, que niño más malo, mi nieta es tan buena…”

Todos hemos oido que un niño que no llora y que duerme o come bien es un niño bueno… en cambio el que es más movido o se hace notar más es un niño malo.

Entonces, ¿no llorar cuando te pasa algo o estás frustrado es ser bueno? ¿decir lo que piensas es ser malo?

Bueno, este tema lo dejo aparcado porque da para un post entero y me lo guardo para otra semana 😉

La magia de la Navidad

Yo particularmente siempre he tenido un dilema moral con esto de la Navidad, los Reyes Magos y estas cosas. Pero cuando recuerdo la ilusión que a mi me hacía de pequeña y la magia con la que la viven los niños, apetece crear un ambiente especial para ellos.

Pero entonces, si optamos por esto, hagamos algo mágico y bonito y no lo usemos como un recurso para tener a los niños amenazados para que se porten como nosotros queramos ¿no te parece?

No le amenaces con que no va a tener regalos

En algunas casas, la amenaza de los Reyes Magos está constantemente como la espada de Damocles encima del niño y sabe que en cualquier momento le puede caer encima.

¿Qué le dirías a tu pareja si te estuviese amenazando habitualmente con que si haces esto o aquello no te va a regalar nada por tu cumpleaños? No sé tú pero yo lo tengo claro.

Genera angustias y miedos

Cuanto más pequeños son los niños entienden las cosas de una forma más literal, así que amenazarles con que les están vigilando desde el cielo, saben lo que hacen todo el tiempo… les puede generar angustia y tensión por algo misterioso sobre lo que no saben demasiado. Y esa sensación de mágica y de bonita desde luego no tiene nada.

Genera falta de confianza

El hecho de amenazarles con cosas que al final no vamos a cumplir, genera desconfianza del niño hacia los padres ya que cada vez se va a fiar menos de lo que le digamos. Porque el niño, al final, pase lo que pase va a tener regalos.

No tiene nada que ver con lo que el niño estaba haciendo

Cuando hacemos este tipo de amenazas, desconcertamos al niño ya que es algo que está lejano en el tiempo y que no tiene nada que ver con las consecuencias de lo que está haciendo.

Imagínate que ha pegado a su hermano. Pues es mejor que le expliques cómo puede resolver el conflicto que había entre ellos de otra manera para que para la próxima vez disponga de más recursos o que le muestres por qué ese comportamiento no es correcto que que le digas que por haberle pegado no va a tener regalos en navidad ¿no crees que es más coherente?

Y cuando se pasen los Reyes Magos ¿qué?

Si hacemos lo que te propongo en el punto anterior será más estable para el niño y además es un arugumento que podremos utilizar en cualquier época del año dándole seguridad al niño.

Bueno, y tú ¿qué opinas sobre este tema? Si quieres puedes contármelo en los comentarios o enviarme un correo electrónico.

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