TARARIQUETECRIS

No olvides agitar tu varita que hay un mundo que crear

TARARIQUETECRIS

No olvides agitar tu varita que hay un mundo que crear

Mañana 21 de septiembre es el Día Internacional de la paz y he pensado que, aunque se ve muy lejana cuando vemos los telediarios, cada uno de nosotros puede aportar su granito de arena para hacer de este mundo un lugar más pacífico.

Además, podemos enseñar a los niños qué es eso de la Paz y cómo se puede construir.

¿Qué es la Paz?

paz

He buscado en un diccionario y he encontrado éstas entre otras definiciones.

  • Situación en la que no existe lucha armada en un país o entre varios países.
  • Relación de armonía entre las personas, sin enfrentamientos ni conflictos.
  • Ausencia de ruido o ajetreo en un lugar o en un momento.
  • Estado de quien no está perturbado por ningún conflicto o inquietud.

La palabra Paz viene del latín pax (pacis) y significa “pacto o acuerdo”.

En la acepción de ausencia de guerra tenemos la intervención más complicada (aunque algunas cosas se pueden hacer), así que me gustaría dedicar este post a las otras 3  y a cómo podemos contribuir nosotros a crear algo de esa Paz tan necesaria. Además podemos, con nuestro ejemplo, enseñar a nuestros hijos a crearla ellos también, porque imitan todo lo que nosotros hacemos.

¿Por dónde empezamos?

Por nuestro entorno más cercano: nuestra casa, nuestro trabajo, nuestro barrio…

¿Cómo conseguirlo? 5 propuestas

1.- No entres al trapo

Seguro que como yo, has tenido más de una vez la experiencia de estar tan tranquilo y contagiarte con el mal humor de alguien y de repente estar tú también enfadado o molesto. O ser tú el que generas esa situación alrededor porque tienes un mal día. Y es que el mal rollo se contagia. La buena noticia es que el buen rollo ¡¡¡también!!! 🙂

A veces es difícil, pero te propongo no entrar al trapo de quien te ha tratado mal para no contagiarte. Incluso puedes traspasarle tú algo de tu buen rollo y de paso, ayudar a esa persona que está enfadada vete tú a saber por qué (alguna razón tendrá). Si te das cuenta de que eres tú quien lo está generando intenta cambiar el chip. Pide ayuda si estás agobiad@, descansa un poquito, cuenta hasta tres o lo que se te ocurra.

En el caso de los niños, como los mayores, se muestran irritables y enfadados especialmente cuando tienen hambre o están cansados. Cuando veas que se ponen así intenta bajar los estímulos, darles de comer o hacer que descansen. Si tú entras al trapo y te enfadas también, la situación se complica. Sé que a veces es difícil pero lo podemos intentar, los resultados merecen la pena.

2.- Regala sonrisas

El otro día llegó mi hijo del instituto contándome que había venido en el autobús con un conductor muy amable que saludaba a todo el mundo con una sonrisa y que le había hecho sentir muy bien.

Es increible cómo puedes influir en tu entorno cercano regalando sonrisas y siendo amable. No sabes hasta dónde va a llegar esa influencia porque puede actuar como una cadena y contagiar a muchas personas más.

Recuerdo que cuando mis hijos eran pequeños y estábamos en un atasco, a veces jugaban a saludar a los conductores de los coches de al lado. Entonces, mágicamente, podiamos ver cómo la gran mayoría pasaban de estar aburridos o enfadados a devolverles el saludo con una sonrisa en la cara.

3.- Valida las cosas buenas que la gente hace a tu alrededor

Prueba a decirle a las personas que te rodean las cosas buenas que hacen en lugar de quejarte de sus fallos y si tienes que corregir algo, hazlo tomando en cuenta lo que están haciendo bien y utiliza la crítica constructiva.

Todos trabajamos un montón a lo largo del día y hacemos muchas cosas buenas, pero a veces parece que destacan más los fallos que hemos cometido entre todas las cosas buenas que hemos hecho.

Antes de acostar al niño, podéis hablar sobre las cosas que habéis hecho bien durante el día. Eso hace que uno se sienta bien consigo mismo y centra la atención en lo positivo en lugar de centrarla en lo negativo (esto también es muy recomendable hacerlo entre adultos)

4.- Intenta comprender el punto de vista del otro

y haz todo lo posible por llegar a algún acuerdo.

Si utilizas esa forma de resolver los conflictos estarás ayudando a crear un buen ambiente alrededor donde prime el diálogo basado en la comprensión de los diferentes puntos de vista.

Puedes ver con tu hij@ por qué está enfadado o hacerle ver por qué te has enfadado tú con él, de manera que podáis llegar a algo y la cosa no se quedé sólo en gritos y tristeza. Así les estaremos enseñando a resolver conflictos dialogando que es algo que les va a ser muy útil en la vida.

5.- Crea un ambiente relajado

Puedes crear un ambiente relajado de varias formas.

  • organizándote mejor el tiempo para que haya las menos prisas posibles (siempre vamos corriendo a todas partes y eso genera mucha tensión en los adultos y en los niños). Este punto tampoco es nada fácil pero vamos a intentarlo 😉
  • ordenando el espacio en el que estéis y pidiendo a los niños que también mantengan sus cosas ordenadas.
  • poniendo musiquita y haciendo actividades relajadas de vez en cuando
  • saliendo al campo cuando puedas y disfrutando de la paz y el silencio. Házselo notar a tu hij@.

Esta semana en Facebook iré compartiendo algunos videos que me gustan y que muestran todo esto que te he contado.

Nos vemos en las redes.

Cuéntame, si te apetece, qué pasa cuando actúas así en un comentario y si quieres realizar cualquier consulta puedes enviarla por correo electrónico aquí.

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies