TARARIQUETECRIS

No olvides agitar tu varita que hay un mundo que crear

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No olvides agitar tu varita que hay un mundo que crear

“Mi hijo no quiere comer”. Esta frase la he oido muchas veces y en este post quiero centrarme en cómo podemos favorecer que el momento de comer sea un momento de experimentación y apredizaje asociado al bueno rollo para que en la hora de la comida: no te agobies y no le agobies.

mi hijo no quiere comer

Las cosas claras

Yo no soy pediatra ni especialista en nutrición infantil pero si que he tenido oportunidad de ver cómo podemos influir los adultos en todo esto. Así que aquí va mi idea al respecto, por si te puede ser de alguna utilidad.

Como este es uno de los temas que más suele preocuparnos como padres, a veces transmitimos esa tensión y nerviosismo en ese momento y la hora de la comida se convierte en un infierno para los padres y para los hijos.

Nadie se pone de acuerdo

Ahora mismo hay diferentes tendencias sobre cómo y cuando introducir a los niños la comida (bueno siempre las ha habido pero hacíamos más caso al pediatra y punto).

En todo esto influyen las costumbres del país, el tipo de pediatra, las pautas de alimentación que tengan los padres… (toda una locura vamos).

Por si quieres leer más sobre este tema, al final del post te dejo algunos enlaces que te pueden resultar interesantes para luego poder tomar una decisión (a veces no podemos tomar decisiones porque nos falta información).

Vamos entonces a ver cómo podemos generar ese buen rollete que nos permita estar relajados y disfrutar de la comida.

Algunas cosas a tener en cuenta

Lo que te cuento a continuación es bastante de sentido común pero crea una gran diferencia. Además lo voy a comparar con nosotros mismos porque me parece que desde ese punto de vista tiene más sentido.

  • No todos los niños son iguales

    Muchas veces se asigna una cantidad de comida por los meses que tenga el niño. Tantos meses, tantos mililitros de agua y tantos cacitos de leche. Bueno, yasabes que hay una gran diferencia entre unos bebés y otros aunque tengan la misma edad. Así que, puede que un bebé que sea más pequeño necesite menor cantidad de comida que uno que sea más grande (parece lógico ¿no?)

  • No todos tienen la misma apetencia

    Igual que los adultos, hay niños que son más “tragones” que otros. También hay personas que funcionan mejor con cantidades más pequeñas y más seguidas. Pues exactamente igual les pasa a los peques.

  • No todos tienen el mismo desgaste de energía

    Además de la diferencia de tamaño, hay niños que se mueven más que otros y como consecuencia de ello gastan más o menos energía. No tienes el mismo hambre el día que estás en casa tranquilo que el día que haces una excursión a la montaña ¿verdad?

  • No todos los días son iguales

    ¿No te pasa que algunos días no tienes muchas ganas de comer o te apetecen comidas más ligeras, más frescas… es como que “te lo pide el cuerpo”. Nosotros comemos según nos apetezca pero ellos, parece que tienen que comer siempre las mismas cantidades en cada comida porque si no nos preocupamos.

  • También influye cómo estemos

    Seguro que también te ha pasado que estás nervioso o preocupado por algo, o emocionado por alguna circunstancia. Todo eso influye en nuestra apetencia sobre la comida igual que lo hace el hecho de estar o haber estado enfermo.

  • Por no hablar de los gustos

    Aunque queramos fomentar en nuestros hijos que coman de todo, me vas a decir que tú te comes igual un plato de tu comida favorita que uno que no te gusta nada y te tienes que comer por compromiso en la casa de alguien que te ha invitado a cenar.

En el momento de la comida no sólo se come

Durante la comida el niño está experimentando con los sabores, las texturas, la temperatura, los olores… Y sería fantástico que los adultos contribuyésmos a que así sea.

Tú puedes:

  • No forzarle si no le apetece comer (luego habrá que ver por qué no quiere pero de momento no le fuerces). Todavía recuerdo un plato de judías verdes que me hicieron comer a la fuerza y el odio que le cogí a esa comida y a la persona que me obligó a comérmela.
  • Ponerle ropa que se pueda manchar o un super babero para que pueda coger la comida con las manos, intentar comer el sólo…
  • Utilizar platos, vasos… que no se rompan si por lo que sea se caen.
  • Crear un ambiente tranquilo en la comida.
  • Intentar no distraerle con otras cosas para que coma entretenido (me refiero a la tele, la tablet o cualquier dispositivo electrónico con el que se queden embobados) ya sé que esto a veces es difícil pero… es importante.
  • No utilizar etiquetas de buen o mal comedor (a mi no me gusta que me etiqueten ¿y a ti?)
  • No compararle con nadie (es horroroso que te comparen con alguien ¿verdad?)
  • Ten en cuenta si está cansado (a veces tienen sueño a la hora de la comida y esto lo dificulta mucho).

 

Bueno,  espero que te sean de utilidad estas pautas generales.

Aquí van los enlaces prometidos 😉

Hay infinidad de páginas sobre este tema pero te dejo un poco de todo para que tú valores…

Y tú, ¿qué tal lo llevas con este tema? Si quieres hacerme alguna consulta no dudes en hacerlo.

Image courtesy of Stuart Miles at FreeDigitalPhotos.net

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