TARARIQUETECRIS

No olvides agitar tu varita que hay un mundo que crear

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la llegada de un hermano

Cuando nos enteramos de que estamos embarazadas por segunda vez, una de las cosas que más nos preocupan es cómo va a estar nuestro hijo, el que ya tenemos ahí con nosotros.

Seguro que has oido hablar de los celos, de que hay niños que no quieren a sus hermanos, de que hay que tener mucho cuidado para que no le hagan daño y un montón de cosas más.

Pues… ¡Tengo una buena noticia para ti!

Si se hace bien, es una experiencia maravillosa.

Aquí te dejo unas cuántas ideas que yo he practicado en casa y he implementado con los papás de muchos alumnos y que funcionan muy, pero que muy bien.

¡Vamos allá!

¿Cuándo se lo digo?

Bueno, el cuándo varía mucho dependiendo de varios factores.

    • La edad. Un embarazo dura alrededor de 9 meses y eso, para un niño, es un período de tiempo muuuuuuuuuy largo. Te habrás dado cuenta de que cuanto más pequeños son los niños más inmediato es su mundo. TODO lo quieren aquí y ahora. ¿Has tenido la experiencia de decirle algo así como: mañana vamos a ir a ver a los primos… y tenerle el resto del día preguntándote insisténtemente: ¡mamá cuándo nos vamos! ¡mamaaaaaaa ¿falta mucho? Pues imagínate 9 meses así.

      Con esto quiero decir que si el niño es muy pequeño es mejor que esperes unos meses para que al menos la barriga sea más prominente y sea más real. Así, no se le hará tan larga la espera.

    • La madurez del niño. Como siempre os digo, no todos los niños con la misma edad son iguales. Si has tenido oportunidad de observarles ya te habrás dado cuenta de ello. Algunos con dos años y medio se hacen ya unas preguntas metafísicas que alucinas y otros con cuatro están bastante tranquilos y no se cuestionan casi nada. Si tu niño es de los primeros es más fácil que se implique, que te haga preguntas y que viva el embarazo de una forma más activa. Si es de los segundos déjale más tranquilito y ve interesándole poco a poco. Luego veremos formas de hacerlo.

Y… ¿cómo se lo digo? Prepárate para la posible lluvia de preguntas que te va a tocar responder…

Si le dices a tu hijo que tienes un bebé en la barriga, no es muy descabellado que te pregunte ¿y por dónde se ha metido? Lo que él tiene en la barriga entra por la boca y suele ser comida, así que podría pensar que te lo has comido o vete tú a saber qué.

Hay una premisa que siempre, siempre, siempre hay que cumplir.

No le mientas

Nada de que los niños vienen de París, se ha metido por el ombligo y esas cosas que a veces les contamos.

Tampoco te digo que le des una conferencia de 3 horas sobre sexología pero si que le vayas dando información según él o ella la vaya demandando.

Una vez me contaba la mamá de una alumna que todavía no llegaba a los tres años que había tenido una conversación con su hija que fue más o menos así

-oye mamá ¿y cómo se meten los bebés en la barriga? A lo que la mamá respondió

-pues… papá puso una semillita en la tripa de mamá… y antes de que pudiese continuar, la niña le dijo muy segura:

-Oye que en el cole hemos puesto semillitas y lo que salen son plantas. Así que a su madre, bastante perpleja no lo quedó otra que decirle:

-pues papá pone un espermatozoide que se junta con un óvulo y así se forma el bebé. La niña le miró y le dijo:

-¡Ah bueno! Y se fué a jugar.

Esta respuesta le cuadraba más que la primera que no encajaba para nada con la información que ella tenía.

Lo que quiero transmitirte es que no hay una forma de decirlo. Tú tendrás que ir viendo según sea tu hijo cómo se lo vas contando. Lo que si que puedo decirte es que es absolútamente genial.

Dale tiempo y no le impongas nada

Una de las cosas que suele pasar es que todo el mundo empieza a decirle al niño todo lo que va a tener que hacer:

    • tienes que querer mucho al hermanito

    • y le tienes que cuidar

    • le tendrás que enseñar muchas cosas

    • y dejarle tus juguetes

    • y…

Esto implica deber u obligación. Hay niños que desde el primer momento empiezan a tenerle en cuenta (desde su punto de vista claro) y otros que no. No es mejor ni lo uno ni lo otro, simplemente cada uno necesita su tiempo para irlo asimilando, haciéndose a la idea… y es muy importante que le dejemos que vaya a su ritmo sin imponerle nada.

Ayúdale a comprender lo que está pasando

Como veíamos en el punto anterior, ellos se hacen preguntas, quieren saber más…

Una forma fantástica de que vaya comprendiendo lo que está pasando es a través de libros infantiles que hablen sobre el embarazo, los bebés… Hay algunos maravillosos, con solapas que descubren lo que hay dentro, etc. Podéis ir a la biblioteca a mirar o a alguna librería grande donde

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