TARARIQUETECRIS

No olvides agitar tu varita que hay un mundo que crear

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No olvides agitar tu varita que hay un mundo que crear

¡Ay! (suspiro) decidir cómo educar a los hijos a veces se convierte en un tormento.

cómo educar a los hijos

Seguro que como a mi, te ha ocurrido muchísimas veces que dudas de cómo hacer con tus hijos cuando:

  • te encuentras ante una situación que no has vivido nunca
  • no están saliendo las cosas precisamente como tú querías o esperabas

Son esas situaciones en las que empezamos a buscar ayuda y, como ahora casi no hay información en internet (esto lo digo en plan sarcástico por supuesto) nos podemos volver majaras leyendo artículos, viendo videos o lo que sea.

La pregunta mágica que disipa dudas

Hoy te quiero contar el arma secreta que utilizo yo cuando me siento dudosa y no sé cómo actuar con ellos para que mires si a ti te sirve.

¿Estás preparada?

Es un planteamiento que a mi personalmente, me ha guiado en muchísimas ocasiones y que sigo utilizando.

Se trata de una pregunta que me hago a mi misma en momentos de confusión. En esos que no tengo muy claro cómo debería actuar.

Suelen ser momentos en los que tengo varios criterios dando vueltas en mi cabeza. Pensamientos teóricos y generales del tipo: “debería”, “a los niños hay que”, “si no lo hago así se me subirán a la chepa”… y suelo tener la sensación de que son frases impuestas, de la sociedad, ajenas a mi. No sé cómo explicarte, como que es lo que la sociedad o ciertas personas dicen que hay que hacer pero no van del todo conmigo.

Entonces, de repente, (a veces después de llevar bastante tiempo agobiada) viene la pregunta a mi cabeza, y esa angustia desaparece.

“¿Cómo me gustaría a mi que me tratasen en esa situación?”

Es magia. Supongo que porque en ese momento, dejo de teorizar y de pensar en corrientes de educación y en pautas generales. Miro a mi hijo, me miro a mi, y entonces es cuando soy capaz de decidir.

Entonces pienso: si yo metiese la pata, me gustaría

  • que me diesen la opción de arreglarlo

  • que me explicasen la cosas con paciencia para que las entendiese

  • que me tuviesen en cuenta

  • que me comprendieran

  • que tuviesen paciencia conmigo

  • que no me echasen la bronca sino que me ayudasen a llegar a mis propias conclusiones

  • que me dejasen decidir sobre mis cosas

  • que no traicionasen mi confianza

  • que creyesen en mi

  • que apostasen por mi

  • y muchas cosas más, y todas son buenas.

Pruébalo, de repente se vuelve todo más fácil, menos rebuscado, menos teórico.

Te propongo un ejercicio:

Haz una especie de redacción (esto me recuerda a cuando estaba en el cole), de cómo te gustaría que te tratasen a ti si estuvieses en el lugar de tu hijo. Intenta poner ejemplos concretos de vuestro día a día.

Es un ejercicio de empatía y te va a yudar a entenderle mejor.

Como siempre, concreta todo lo que puedas. Si escribe cosas concretas, funcionará mejor que si escribes “me gustaria que me tratasen bien”. Puedes hacerlo de esa situación concreta que te tiene agobiada, da igual, la que sea. Seguro que lo puedes adaptar.

Se trata de mirar desde el otro punto de vista y eso siempre, siempre ayuda.

Así que espero, que cuando estés leyendo algún artículo que te diga cómo educar a los hijos, tengas esto presente y puedas adaptar ese contenido y hacerlo tuyo de una manera más fácil.

¿Y a ti qué te funciona en estos casos? Seguro que si lo escribes en los comentarios ayudas a otras mamis ;-). Cuéntame qué te parece y si lo pones en práctica, cómo te ha ido.

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