TARARIQUETECRIS

No olvides agitar tu varita que hay un mundo que crear

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No olvides agitar tu varita que hay un mundo que crear

Todos sabemos lo importante que es fomentar la creatividad infantil y hoy quiero hablarte sobre cómo hacerlo.

creatividad infantil

“Para el niño, la vida es una aventura creativa”. Esta preciosa frase se atribuye a Walt Whitman (poeta y humanista entre otras cosas) y creo que tanto padres como educadores deberíamos tenerla más presente.

Esto nos ayudaría a comprender más al niño y a contribuir a su formación de manera que nutramos esa creatividad innata en lugar de mutilarla.

Para los niños todo es nuevo, todo se puede descubrir y ellos observan el mundo con la avidez del que no quiere perderse nada.

Miran todo con curiosidad, se hacen preguntas, inventan respuestas, prueban, ensayan una y otra vez, juegan a vivir, a representar papeles.

Para ellos todo está por reinventar. De hecho a cada paso lo reinventan todo. Todo lo hacen suyo.

Son profesionales de la observación, del juego, trabajan todo el día intensamente y por la noche caen rendidos en brazos de Morfeo para una vez recargadas las pilas retomarlo de nuevo.

Observan la vida desde ese punto de vista mágico que todavía no han perdido. Miran a través de ese caleidoscopio donde caben todas la posibilidades y cualquier combinación es posible.

Todavía no se han instalado en su “software” todos los virus del tipo:

creatividad infantil

Y muchas cosas más que no ayudan para nada a la hora de crear.

Así que ellos se interesan en todo lo que les rodea porque hay tanto que aprender…

Todavía no tienen prejuicios, ni sensación de prisa, ni los “tengo que” y los “debería estar haciendo…” bombardeando su cabeza. No van al resultado.

Ellos se deleitan en el proceso y, por eso, si tienen que repetir una acción (como saltar desde un escalón) porque les gusta, 50 veces, la repiten hasta dominarla (aunque a ti te ponga de los nervios)

Por eso pueden pasarse horas construyendo y derribando una torre porque la torre en sí da igual.

Por eso cuando pintan, en lugar de parar cuando a ti te gusta “el cuadro” siguen mezclando todos los colores hasta que sale marrón. Porque ellos no están pintando un cuadro sino experimentando con los colores.

¿Cómo podemos fomentar entonces esa creatividad innata?

No metiéndoles prisa

Dejándoles en la medida de lo posible tiempo para que puedan jugar libremente con aquello que les interese.

 

No evaluándoles

A veces los adultos emitimos juicios sobre sus juegos y creaciones y con ello hacemos que se preocupen más de nuestra opinión, que de disfrutar del proceso y ver cómo se sienten ellos.

Hace poco haciendo un taller infantil para unas jornadas micológicas una niña decidió crear una seta multicolor e inmediatamente un adulto le dijo “las setas no son así”.

Es importante dejarles crear, que lo hagan como quieran, que dejen volar su imaginación. Es su creación y está bien lo hagan como lo hagan y cuanto menos intervengamos en ese momento mejor.

 

No dirigiendo su actividad

A veces en los juegos de los niños, determinados objetos pueden tener un uso diferente al habitual (una cuchara puede ser una nave o una tela una alfombra mágica).

Si no dirigimos constantemente la actividad diciéndoles cómo deben jugar, estaremos fomentando el asombro y la espontaneidad del niño.

Aunque nos parezca que no están haciendo nada importante, cuando juegan están comprendiendo el mundo, resolviendo problemas, adquiriendo habilidades, haciéndose preguntas, sacando conclusiones.

Aparentemente, están jugando como si nada pero ¡¡¡están desarrollando su espíritu creativo!!!

 

¿Qué crees que pasaría en el mundo si lo fomentamos?

¿Y si los adultos nos dejáramos contagiar por sus genialidades?

 

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